𝑆𝑒𝑟𝑒𝑛

+ podría irle bien a los dos.

—Suena bastante emocionante, pero imagino que hay una serie de normas que debemos cumplir para no alterar la línea temporal y esas cosas, ¿no? ¿Podremos volver a salvo después?

+ por las buenas! ¿Qué imagen daría? Una terrible, desde luego.

—... ¿Qué?

Al volver a la realidad, pestañeó un par de veces. Había escuchado bien, ¿verdad? ¿Chess tenía ese poder para poder ir de mundo en mundo como si nada? Eso... Sonaba terrorífico, a la par que tentador. Cambiar de aires +

+ solo día en el que no pensase en esa escena en el sofá, en esos besos húmedos que aumentaron su temperatura de una forma tan radical y violenta, en sus manos recorriendo su piel, amenazando con revelar sensaciones de las que aún no era consciente...
¡Ah, pero no es algo que vaya a confesar así +

Incomodidad, ¿eh? ¿Así se sentía él también? Seren se inquietaba al notar al rubio tan cerca, pero si tuviera que darle una definición más apropiada, no creía que fuera incomodidad, porque pese a todo... No le disgustó ese acercamiento que tuvieron, de hecho, terminó por gustarle y no pasó un +

—¡...!

Escuchar la voz del rubio le sobresaltó. Desde que tuvieron aquel percance en el sofá, el cuerpo de Seren había empezado a tensarse de forma involuntaria cada vez que Chess se le acercaba, y por supuesto, esta no iba a ser la excepción.

—Hola, Chess... ¿Qué es lo que traes hoy?

+ Mentalmente rogaba para que Chess no se percatase del desastre que había hecho con él, porque sino... No sabía qué iba a hacer ni cómo iba a mirarle a la cara. Estaba angustiado y desesperado.

+ suyo, y aún así, su respiración seguía siendo bastante irregular, agitada. Su garganta se resecó en algún momento, y si bajaba la mirada a sus pantalones, su rostro solo podía enrojecer más.
Ahora que le daba la espalda se encontraba a salvo, ¿pero cuánto tiempo duraría esa "tranquilidad"? +

+ sea algo que pueda ayudarte a sanar.

Con esas dudas en mente, accedió a darse media vuelta. Ni siquiera preguntó el motivo, pues lo cierto era que también necesitaba disimular ese percance que se presentó entre sus piernas. Cielos. ¿Por qué estaba tan acalorado? El rubio ya se apartó de encima +

+ en un peligro para él a largo plazo, y aún asi... Tampoco se veía dispuesto a dejar su lado. Mucho menos aún después de haberle hecho esa promesa. El propio Seren se puso la soga en el cuello, ¿no?

—C-claro que no soy doctor, pero se mire por donde se mire, todo esto es muy raro... No creo que +

Chess hizo caso y se separó, sí, pero esa mirada tan afilada con la que le escudriñaba no le hacía sentirse más tranquilo, sino todo lo contrario. Ahora mismo, entre esas cuatro paredes, ambos se veían como un depredador y su presa, estaba claro. Incluso él podía notarlo.

Chess podría convertirse +

+... Además, tienes muy buen aspecto ahora. Yo diría que ya estás curado del todo.

+ lengua por accidente.
¿Pero qué más podía hacer? Bien, no tenía recuerdos, pero su cuerpo hablaba por sí solo, delatando su inexperiencia en esos aspectos. Eso le avergonzaba, y naturalmente, le tensaba todavía más.

Por lo pronto, lo mejor sería apartar las manos del contrario de encima suyo. +

+ rápidamente, tan rojo como un tomate. ¿De verdad estaba a punto de...?

—E-espera, Chess... Creo que eso es ir demasiado lejos. Ahí abajo no vas a encontrar nada que pueda sanarte. E-es imposible.

Entrecerró los ojos al acabar la frase, ya que, gracias a los nervios, el pobre chico se mordió la +

+ ese era el deseo de Chess, con gusto se lo concedería.

No obstante, el siguiente desliz, los roces sobre su piel y la zona de su entrepierna, lograron sobresaltarle lo suficiente como para sacarle de esa ensoñación.
Seren abrió los ojos de golpe, colocó las manos sobre las ajenas y se incorporó +

+ volver a casa ahora que había encontrado al rubio y se encontraba tan a gusto a su lado? Quedarse así, entre sus brazos, por el resto de su vida... Tampoco sonaba tan mal.

—... Me quedaré contigo.

Musitó, convencido de sus propias palabras. Ya se había decidido a cumplir con su palabra, y si +

+ comenzó a descender por su pecho. Seguro que no le costó nada notar cómo sus pulsaciones se precipitaban entonces, porque sí, ese felino tenía algo, algo que le estaba encandilando lo suficiente como para replantearse todos sus objetivos.
¿Realmente merecería la pena recuperar sus recuerdos y +

+ ahora, porque, como si de un encantador de serpientes se tratase, Chess tenía a Seren en la palma de su mano, dejándose engatusar tanto por sus palabras como por sus acciones, las cuales, por cierto, convertían su respiración en una más aletargada y entrecortada a medida que, con tanto descaro, +

+ lado tarde o temprano? Porque, en un principio, Chess le acogió con la condición de poder tomar su sangre cuando lo necesitase... Ah, ¿qué fue de aquello? Tan solo una vez hincó los colmillos en su piel, y después... Ese trato pareció quedar en el olvido.

Fuese como fuese, eso no importaba +

Pese a estar observándole fijamente, el pelirrosa se hallaba tan absorto, tan embaucado con la presencia ajena, que no lograba prestar demasiada atención a todo lo que le decía.
Tan solo captaba frases sueltas y él las reinterpretaba a su manera. ¿Acaso no se aburriría de tenerle a su +

+ —... Creo que ahora mismo podría hacer cualquier cosa que me pidieses...

+ clavículas hasta su cuello. Desde allí, sus yemas se encargaron de perfilar la quijada ajena, el grosor de sus labios, sus mejillas... No había que ser muy inteligente para notar que Seren se estaba quedando prendado del felino, aunque... Tampoco debería tener motivos para ocultarlo. ¿O sí?

+

+ sentirse muy bien. Era reconfortante, tanto que ni siquiera se veía preocupado del problema real en el que se estaba metiendo poco a poco y sin darse cuenta.

—Entonces... ¿Me estás invitando a quedarme a tu lado hasta que te aburras de mí...?

Sus dedos ascendieron por la zona de sus +

+ temblor de sus manos se debía a la emoción, a la incertidumbre. ¿Realmente Chess le consideraba tan importante como para querer mantenerle a su lado?

Ah, no le cabía duda de que sus mejillas debían estar ardiendo en ese momento. Sentirse necesitado y codiciado por alguien, por Jules, le hacía +

+ con las yemas de sus dedos con parsimonia, y a la vez, con un pequeño temblor en esas extremidades.
¿Y el motivo? Ah, esa pregunta amenaza que estaba recibiendo. Le mataría. Eso dijo. Lo escuchó alto y claro. Y aún así, esa advertencia no levantó ni un ápice de temor en él; de hecho, el pequeño +

+ pecho apenas se vio envuelto en ese abrazo. En un principio podría parecer que trataba de mantener una distancia prudente entre ellos, pero nada más lejos de la realidad. Seren no ejercía ningún tipo de fuerza para apartarle de encima, sino que, por el contrario, se dispuso a acariciar esa zona +

+ se daba cuenta de que ese presunto "beso sanador" había dejado de cumplir su función hacía un rato, y ahora, aunque costase admitirlo, no sólo le besaba con cierta desesperación en sus movimientos, sino que también... ¿Lo estaba disfrutando?

—Chess...

Sus manos terminaron apoyadas contra su +

Pese al bajo tono de su voz, el pelirrosa escuchaba claramente su nombre. Esos susurros le estremecían, los suspiros que chocaban contra sus labios le instaban a tragar saliva, y por supuesto, en cuanto notó el cambio de posiciones, abrió sus ojos con sorpresa y perplejidad, jadeante.

Solo ahora +

+ contenía ese veneno? Porque desde el primer momento en el que rozó los labios de Chess, algo dentro suyo empezó a cambiar, quizás para mal. Tal vez... Tal vez estaba a punto de volverse adicto a esa extraña sustancia.

+ completo cualquier resto de veneno, Seren agarró el cuello de la camisa ajena con ambas manos, recortó distancias una vez más y selló sus labios con un nuevo beso, uno que, a pesar de que seguía siendo suave, ya no iba dirigido con el mismo pudor de antes.

Ah, en serio, ¿qué se suponía que +

+ contrario con él, pero por su parte, estaba dispuesto a ser un poco egoísta por esta vez, todo para aprovecharse de la situación actual. ¿Podría perdonarle por volver a tomar la iniciativa, esta vez sin su consentimiento previo? Ojalá que sí...

Bajo la premisa de que todo era para eliminar por +