Laura

200 botellines y alguna verdad difícil de tragar.

Jajaja misil con pelo define a la perfección sus últimas 24h.

Guapo sí, tranquilo tampoco.

Trillones.

Miles.

Un señor sentado a mi lado en Atocha manda un mensaje privado a Plegarias en red, un grupo de Facebook. Una señora colombiana llama criaturita, criaturita a Miles en el veterinario, poniendo morritos y vocecita. Un niño con careta de Spiderman lanza telarañas invisibles y hace thwipp thwipp.

Aira es el nuevo Murakami.

Absolute cinema.

Así estamos jaja

Pilas no incluidas.

El pobre tiene un susto…

Jajaja

Raspona.

Saluda, Miles, son buena gente.

Estoy a dos días de ponerme leggins de leopardo y empezar a llamar a todo el mundo “cariño”.

Nivel de afonía: 50 años fumando Ducados.

Por la noche suelo tomar rooibos y le pongo una rodaja de naranja, pero no te voy a engañar, no es un colacao.

Turismo por los detalles.

Un chico joven con ropa ancha y negra va escuchando música y haciendo eses para pisar hojas secas. Se da golpecitos de batería en el pantalón. Ojalá no vuelva al rebaño.

Un tipo enorme, muy tatuado, arrastra por el paseo a un caniche con moñitos que no tiene ganas de caminar. Fuma despacio, ha suspirado. Es un oso triste.

Está abierta la puerta de la academia de danza y sale luz cálida, al ritmo de la música se ven los brazos estilizados moverse de un lado a otro del cristal en altura. Parecen ellos los cisnes del lago.

Somos muy felices con nuestros audios de WhatsApp, déjanos.

75 comentarios de texto no son nada.

Me lo explicarán mil veces y jamás entenderé que se pague dinero por animales.

Porque tú eres cool as hell. Digo, comento.

Tremendo librazo.

En realidad nunca se vuelve a ningún sitio.

¿Sabíais que los emails con buenísimas noticias los mandan todos desde Argentina? Desde Buenos Aires, en concreto.

Aprendiendo que a veces no son las grandes palabras sino los gestos repetidos los que enseñan

Brezal.