Lucas no cambia mucho físicamente al convertirse en adulto, pero si que es una persona mucho más madura. Se ha construido el solo una casa, ha formado una familia, ha escrito un libro y está escribiendo el segundo. El Lucas de hoy es muy diferente al que llegó a Bellavista.

Eduviges no ha preparado una fiesta con invitados ni nada parecido. No ha tenido tiempo y, después del fiasco de la última fiesta, no sabía si iba a venir alguien. Solo es una celebración familiar con tarta y con los niños.

"¿Que tal el trabajo?" pregunta Eduviges a su marido cuando este llega del trabajo. "Bien... hoy tocaba la broma de la tapioca... ha sido... divertido" contesta él agotado. "Vaya. ¿Y sabes que día es hoy?" vuelve a preguntarle. "Ni idea... ¿jueves?" dice él. "No, hoy te conviertes en adulto"

Con un bebé y un infante, Lucas y Eduviges duermen poco. Ella está de permiso por maternidad pero para Lucas es diferente porque tiene que trabajar y necesita dormir. Pero parece que al joven no le importa que le despierten y está encantado con sus hijos.

El infante ha crecido con un pelo ensortijado y rojo, Nació bajo los rasgos de distraído y atlético, con el signo de capricornio. Le gusta la música country, su comida favorita son (o serán cuando sea mayor) los perritos calientes y su color preferido es el naranja.

Cuando Lucas y Eduviges llegan a casa, ya se han ido todos los invitados, incluso Honoria. Ya no da tiempo para hacer otra fiesta para celebrar el cambio de ciclo de David, así que lo celebran en familia.

Sobre las 18:00 horas nace la segunda hija de la pareja, a la que llaman Lucía Eduviges y que nace bajo los rasgos de virtuosa y buena.

Lucas y Eduviges salen disparados hacía el Hospital, mientras los invitados deciden irse a sus casas porque hoy no parece que vaya a haber fiesta. Bueno, todos no. Honoria llega tarde a la fiesta y no se ha enterado de nada, así que se pone a comer mientras espera que alguien llegue.

El caso es que todo empieza bien. Eduviges ha puesto música mientras esperan que llegue Lucas de trabajar y el resto de invitados... pero cuando llega Lucas a casa se encuentra una escena radicalmente diferente, ve a Eduviges dando gritos. ¡Se ha puesto de parto!

Aunque tampoco serán dos bebés, porque igual que ha llegado el invierno, a David le ha llegado el momento de pasar a ser infante. Eduviges, con rasgo de fiestera, prepara una a la que invita a los vecinos mientras Lucas va a trabajar cuando cae la primera nevada del invierno.

Lucas no sabe muy bien como harán para cuidar de dos hijos al mismo tiempo. No solo es cuestión de dinero y espacio... que también. El problema es que los bebés dan mucho trabajo. David ya le despierta muchas veces por la noche llorando. No se quiere imaginar como será con dos bebés.

"¿Sabías que tu compañera Honoria está embarazada?" le pregunta un día Eduviges a Lucas mientras cenan. "Me lo había parecido, pero no quería decir nada por no meter la pata". "¿Y sabes quien esta también embarazada?" le pregunta la sim. "¿Tú?" aventura Lucas. "Acertaste. Te has ganado doble postre"

Cuando Lucas tiene algún día libre la pareja aprovecha para salir pero solo hasta el parque.
Aunque es otoño, aun hace buen tiempo para disfrutar de la naturaleza, de observar los lagartos o para cotillear. Así Eduviges ha hecho buenas migas con Honoria Coronel, una compañera de trabajo de Lucas.

Eduviges ha vuelto a encontrarse mal y antes de ir al médico, ya intuye que no es culpa de la ensalada. Vuelve a estar embarazada.
Le preocupa que apenas tienen dinero ni espacio en casa para los tres ¿Cómo se las arreglará cuando sean cuatro?

Lucas y Eduviges no pasan mucho tiempo juntos. Él trabaja toda la mañana y por la tarde se va a la biblioteca para terminar su segundo libro. Y cuando está en casa se dedica a hacer reparaciones porque cuando no se estropea un grifo, se atasca el water. Y no hay dinero para llamar a reparaciones

Eduviges se queda en casa ejerciendo de madre y dándole su primer biberón a su hijo y disfrutando de la maternidad.
Cuando Lucas vuelve del trabajo ella le pregunta, preocupada, si le han echado la bronca por llegar tarde. "¡Todo lo contrario!¡Me han ascendido!"
Y la pareja celebra la buena noticia.

Sobre las 8 Eduviges da a luz a un niño al que llamarán David Lucas Bazán Óñez, que nace bajo los rasgos de distraído y atlético. Tras dejar a Eduviges y a David en casa, Lucas, que apenas ha dormido en toda la noche, tiene que salir corriendo al trabajo porque ya está llegando tarde.

Al llegar a casa Eduviges se queda cenando algo mientras Lucas se va a acostar.
La sim también se va a dormir tras cenar pero, pasada medianoche, unas dolorosas contracciones le obligan a despertarse y la pareja termina yendo al hospital cuando ya está amaneciendo.

Como aun es pronto para irse a casa, deciden meterse en la bolera que han abierto junto a la feria para seguir divirtiéndose.
Lucas se pone a jugar a bolos mientras que Eduviges no quiere arriesgarse dado su estado. Ella prefiere animar a Lucas, asaltar la barra y beber refrescos.

Deciden celebrarlo yendo a la feria que hay a las afueras del pueblo y divertirse en la competición de coger manzanas con la boca (donde gana Lucas), comen, bailan, se hacen una tarjeta de felicitación y lo pasan bien hasta que se pone a llover torrencialmente.

Llega el día del Terror a Bellavista y los Bazán tienen fiesta. Ella decide contarle a él una historia terrorífica. "La verdad es que estoy embarazada. Vamos a ser uno más en la familia y apenas tenemos dinero para los dos" le confiesa a Lucas, que no se muestra nada aterrorizado, sino ilusionado.

Lucas continua con su plan de ganar más dinero escribiendo más libros... pero no tiene ideas. De repente, a sus espaldas oye unos gritos: "¡Lo tuyo no tiene nombre!¡ME HAS PUESTO LOS CUERNOS CON MI HERMANO!" Esa discusión es una mina de ideas para su segunda novela y toma buena nota de todo.

Porque además Eduviges se ha gastado el poco dinero que tenían ahorrado en otra ampliación de la casa. No es mucho pero ha quedado más grande, algo necesario cuando sean tres en la casa.

Al salir de trabajar Lucas encuentra a Eduviges asaltando la nevera. "¿Otra vez estás comiendo?" le pregunta. "El médico me ha dicho que coma más... que estoy baja de hierro" le contesta ella que no quiere decirle tan pronto que está embarazada porque no sabe como se lo tomará Lucas.

Lucas se va al trabajo, donde espera que sea un gran día porque ha leído un libro que le recomendó el jefe. Así espera resarcirse de cuando le estropeó el cumple.
Mientras Eduviges hace caso al médico, que le dice que no tiene ninguna bacteria en el estómago, solo está embarazada.

Cuando se despiertan Eduviges le cuenta a su marido que ha pasado mala noche. "Pues yo no me comería la ensalada e iría al médico" comenta el joven. "Es que ahora tengo mucha hambre" le contesta ella.

Pero, por la noche, los dos disfrutan de sus aficiones comunes viendo un documental sobre el Rhythm & Blues. El resto de la noche no es tan agradable para Eduviges, que la pasa con nauseas y visitando el baño. La ensalada que ha cenado debía tener alguna bacteria que no quería ser comida.

Lucas pone manos a la obra y al final de su turno en la oficina, se va a la biblioteca donde termina su primera novela. Eduviges no debe estar muy convencida de la estrategia de su marido porque deja el trabajo de paparazzi, donde hace muchas horas por poco dinero, por un trabajo en el Ayuntamiento.

Lucas y Eduviges son felices con su nueva vida en común... aunque hay algo que les preocupa. "Esta casa es muy pequeña y apenas tenemos dinero" se queja ella durante el almuerzo. "Tranquila, cuando termine mi nueva novela, nadaremos en simoleones" le tranquiliza Lucas.

Aunque hay cosas que compensan de sobra, como por ejemplo tener alguien con quien hablar y con quién compartir la nueva cama de matrimonio, que la pareja estrena rápido y no precisamente para dormir.