Hᴀʏᴍɪᴛᴄʜ Aʙᴇʀɴᴀᴛʜʏ.

+ comenzaba a sonar y Haymitch se balanceó con ella cogida, ayudándola a colocar sus pies sobre los suyos para moverla por toda la habitación. Se sentía libre, aunque solo fuera por unos instantes. Pero lo que más sentía era amor. Un amor que se le escapaba del pecho.
—Te quiero, Johanna Mason.

Haymitch la abrazó con fuerza, levantándola en el aire sin demasiado esfuerzo. Parecía mentira que fuera tan salvaje siendo tan delgada (pero él la había visto sobrevivir en la arena y la había observado manejar las hachas; no era precisamente una flor de campo). Otra canción +

+ rasgo del rostro de Johanna. No les quedaba mucho tiempo, pero disfrutaría hasta el último minuto, porque tenía la sensación de que esta era su última oportunidad.

Haymitch acudió a abrir, aunque la puerta no estaba cerrada. No podían cerrar las puertas. En cuanto la vio, la tomó por la cintura y la hizo bailar con él al ritmo de Buddy Holly. Bailaron por toda la habitación, mientras Haymitch sonreía y trataba de fijar en su memoria cada +

+ era un lujo increíble. Haymitch bailaba por su habitación al ritmo de los suaves compases mientras esperaba a @johannamason.bsky.social.

Haymitch había conseguido que Effie le trajera una radio y estaba escuchando algunos éxitos de antaño. En el distrito habían tenido una radio de contrabando cuando era crío, pero los agentes de la paz la habían confiscado. Haymitch se sabía algunas canciones de memoria y escucharlas de nuevo +

—Creo que es compasión... Pero sí, tampoco son una amenaza —Kantniss no tiene mal fondo, pero es como un gato panza arriba—. Y no creo que os odie realmente. Sólo necesita conoceros más. Por desgracia no tenemos tiempo.

+ enamorarme... Pero aquí estás. Mi chica salvaje.

+ a la vista. Los años y las penas han pasado su factura. Aún así, ambos se meten bajo las sábanas completamente desnudos y Haymitch enseguida la atrae contra su cuerpo mientras sus manos la recorren de arriba abajo—. Eres tan hermosa... Tan perfecta... Jamás pensé que podría volver a +

Haymitch no puede quitarle los ojos de encima mientras se desnuda, con total naturalidad, delante de él. Es preciosa, es perfecta. Y cada cicatriz que la adorna sólo es un recordatorio de las muchas cosas que ha superado. Haymitch también se desviste, aunque él es mucho menos agradable +

—No sé cómo conseguir que Katniss confíe en él —se mordió el labio inferior, pensativo. Era la gran noche y todos los tributos lucían sus mejores galas. Él, como siempre, iba vestido de canalla elegante—. Hablaré con Finnick después de la entrevista, a ver qué se me ocurre.

+ algunas cosas están claras ya. Effie estaba haciendo "cosas doradas" porque eran el "golden team". Trinket, Everdeen, Abernathy y Mellark. Le daban ganas de llorar—. Vamos, quiero cuidarte. Necesito cuidarte...

+ dormir sin ti —queda tan solo un día y la gran final. La gran entrevista que dará paso a los juegos en sí. El broche de oro del programa de Flickerman. No puede evitar estar asustado, sabe que van a remover las aguas con ciertas cosas. No sabe todos los detalles, nunca los sabe, pero +

—Sobrevivid... Yo moveré todos los hilos que hagan falta aquí fuera —y eso implica que hará cualquier cosa, lo que sea, con tal de ayudarlos. No está dispuesto a arriesgarlos ni un poco. Esta vez no puede permitirse ni la dignidad—. ¿Vamos a la cama? Es tarde y hoy no tengo intenciones de +

—¿Con quién hablas tan contenta?

¿Jo?

+ como hijos y a la mujer de la que se ha enamorado. Es tan injusto que le apetece ponerse a gritar cada vez que ve a Caesar meneando su estúpida cola de caballo delante de una cámara.
—Tienes razón, no deberíamos perder más tiempo...

Ante las palabras de Johanna, Haymitch se queda sin saber qué decir. Nunca imaginó que alguien querría llevarse su recuerdo a la arena y nunca intuyó, ni por lo más remoto, que quedarse atrás sería tan duro. Esta vez tendrá que ver entrar en la arena a sus amigos, a los dos niños que son casi +

Johanna tiene razón, aunque es difícil dejar de pensar en los preparativos, en las alianzas, en todo lo que puede salir mal. Da igual lo mucho que intenten, no son más que flores al viento. Plutarch apenas se ha acercado a ellos esta vez y la información sobre la arena es casi inexistente. +

Noches, noches.

+ sea lo que esperan. Cinna les dio el Sinsajo, pero esta chica no tiene habilidades sociales, es testaruda como una mula y sólo se preocupa por lo suyo. Sin Peeta a su lado no va a hacer amigos precisamente... Me preocupa.

+ es posible que nunca la tenga. Tampoco asesinaron a toda su familia, qué va a comprender—. En realidad no sabemos qué quieren... —Plutarch ya intentó ¿ayudarlo? ¿Utilizarlo? durante sus juegos, así que Haymitch no sabe bien qué pensar de él—. No conocemos bien el plan. Y tal vez Katniss no +

—No lo digo yo, lo dice ella —ya se ha acostumbrado a que Katniss le reproche su triste condición. Pero es una niña, no puede entender lo que son veinticinco años de tu vida dedicados a ver morir niños a tu cargo sin poder hacer nada para remediarlo. Nunca tuvo la oportunidad de experimentarlo y +

+ pedantes y peligrosos. En lo segundo no se equivoca. Pero no se le da bien juzgar a la gente y yo no puedo juzgarla a ella. A fin de cuentas tiene que entrar en la arena otra vez mientras yo me quedo aquí siendo un borracho de mierda, como le gusta recordarme constantemente...

+ triste—. Pero quién sabe, tal vez todo salga bien... Peeta os ayudará y a Katniss he tratado de convencerla por todos los medios de que confíe en vosotros. Pero sólo quiere a su alrededor a la gente a la que ve débil o inofensiva: Beetee, Wiress, Mags... Me temo que Finnick y tú le parecéis +

—No me has complicado la vida... —Le acaricia el rostro con cariño. Está tan enamorado de la joven vencedora que haría por ella cualquier cosa, si estuviese en su mano—. Me has dado una felicidad que no sabía que podía existir. Sé que nuestro futuro pinta mal, en general —esboza una sonrisa +

+ rompernos una y otra vez? —La abraza contra él—. Lo siento, Jo... Ojalá alguno de nosotros hubiese tenido la capacidad de protegerte...

+ a mi novia para que no tuviera ni un poco de consuelo. Podría haberme dejado morir, ¿sabes? El otro tributo me había rajado la barriga. Les reventé la arena mientras me sujetaba las tripas con una mano. Y el hijo de puta me salvó sólo para poder torturarme. ¿Por qué tanta insistencia en +

—Sí, el cuatro de julio... Llevo toda la vida celebrando mi cumpleaños con un maravilloso regalo —odia su cumpleaños; huelga decirlo—. Hijo de puta... —Se refiere a Snow—. A mí me salvó la vida en la arena sólo para poder quemar viva a mi familia cuando llegué al Distrito Doce. Y después envenenó +

No, no lo harías. No dejarías a Finnick y a los demás en la estacada. Y yo tampoco. Pero lo deseo... —Sacudió la cabeza y sonrió—. Gominolas. Así mató Snow a mi novia cuando vencí en los juegos. Era una cría de quince años... Yo acababa de cumplir dieciséis... el día de la Cosecha.