Borja Vargas

Una posible señal de madurez literaria:
al principio escribes lo que te gustaría leer; después escribes lo que te gusta escribir.

Los cuadros de Georgia O’Keeffe son increíbles y parecen montañas de filetes.

El cuento de los hombres hambrientos Los hombres siempre tienen más hambre que los niños, porque son más grandes.

Una historia sobre la hambruna planificada y sus consecuencias.

Mathieu Larone

The World's Fair, by Swervedriver from the album The World's Fair EP

Otra cosa nefasta de esta sociedad de la novedad y edadista es que se ignora el trabajo actual de quienes, décadas atrás, hicieron grandes obras. Y no pocos conservan el talento.

Como Swervedriver, clásicos de los 90, que acaban de sacar un EP con una canción tan ABRUMADORA como esta:

The Annunciation (Jay DeFeo, 1957-59)

Todo buen arte abstracto es trascendente por definición, pero algunas obras, como la de Jay DeFeo, lo son de manera mucho más directa.

«Teke Teke» es simpática, no tiene complejos con los clichés, se pasa en un suspiro y tiene una de las peores escenas post créditos que recuerdo. Le pongo mi sello de calidad.

«Teke Teke», título de un J-horror tardío sobre un torso fantasma asesino, es una onomatopeya tan potente que sirve a la vez como efecto de sonido y como música de la película.

No creo que haya un nombre de actriz más carismático en toda la historia del cine americano.

Nadie se acuerda de Scarlet’s Well porque nadie los escuchó, pero son un adorable spin-off de The Monochrome Set ambientado en un pequeño universo fantasioso lleno de personajes carismáticos.

Deseando cruzar el puente para llegar a la habitación y encerrarme a hacer una maratón de Miguel Gomes.

La segunda caja contiene algo que aún no entiendo pero que, con el tiempo, compartiré en Substack para que le echemos un ojo entre todos.

Cuando lo que revisas es algo que has escrito en privado (diario) en lugar de en público… es ese sentimiento x5. Como si los años hubieran pasado rapidísimo y a la vez no hubieran pasado.

a woman walking down an escalator in a restaurant ALT: a woman walking down an escalator in a restaurant

Me voy de viaje a Fuzhou y mi plan prioritario al llegar es encerrarme en el hotel para hacer una maratón de Cecelia Condit.

El Kurosawa bueno haciendo de las suyas en «Hanako-san».

Genio el barista que decidió hacerle una foto al gato chupando una tarta para que aceptes que tus dulces son suyos.

Un carrete de 36 fotos y la mejor, con diferencia, es la única que no he hecho yo.

Fernández Mallo y los sueños de los viejos:

¡Ese!

Menos flâneur benjaminiano y más flâneuse bretoniana.

La generación artificial de imágenes ha llegado muy lejos, pero esta sigue siendo mi favorita de todos los tiempos:

Noches de mayo en compañía de «Per Aspera Ad Astra», disco de 1998 presentado como una colaboración entre iguales: Stars of the Lid (música) y Jon McCafferty (arte, sus pinturas inspiraron la música previamente y la música resultante le inspiró las pinturas).

Sarah Moon ha visto el sueño con tanta fuerza que hasta consideraron oportuno incorporarlo en una manifestación distinta de lo onírico: la fotografía de moda.

Me ha recordado a esta foto (infinitamente peor que las de Quinquet) que hice hace unos años en un puente de Yuexiu.

Las fotos se pueden ver aquí, además de las originales maneras en las que ha ido presentando la obra:
www.brunoquinquet.com/en/salaryman...

En 2006, Bruno Quinquet vio a un hombre con un maletín de camino al bosque Aokigahara, el bosque maldito de los suicidios.

El encuentro le reveló el potencial poético de la banalidad de los salarymen y se dedicó a hacerles fotos (robadas) durante más de una década: es el Salaryman Project.

Yo pude verlo dos veces en Murcia. La segunda en un auditorio bien, pero la primera en una sala pequeñita fue ALUCINANTE, terminó literalmente como un tablao en comunión con el público.

Escribís todos muy bien y algunos hasta tenéis ideas buenísimas. ¿Qué problema hay? Viva el mundo.

El mejor ♥️
¿Has llegado a verlo en directo?

Fragmento de “El sosiego” (Ensayo incluido en “Somos luces abismales”, de Carolina Sanin)

Escribir es ubicarse y al mismo tiempo es desubicarse.