Sara

Por supuesto.

La verdad vive en el latido.

Que te quieran pero, sobre todo, que te quieras.

Qué ganas de volverme loca. Loca de lengua suelta y manos ligeras. Gritarlo todo, romperlo todo. Dejar de medir las palabras, el tiempo, el miedo, la prudencia, los daños colaterales. Qué ganas de pensar en mí y sólo en mí; de soltar las verdades, de enseñar las heridas.

Ná, puro sarcasmo 😏

—¿Dōnde estās?
— Cierra los ojos…
— 😌
— Ahī contigo.

Hace tiempo que aprendí a orientarme en el vacío.

Hoy he hablado en Twitter de planetas sin estrella y objetos errantes que vagan solitarios por la galaxia. Por si alguien quiere pasarse ☺⬇️

twitter.com/NataliaVarta...

Intentar razonar con el amor no tiene sentido.

La pausa es una estrategia poderosa y sabia.

Qué bonitas las personas que no necesitan saber pedir perdón, porque son tan perfectas que nunca se equivocan. Qué requetequebonitas...

Y no, no necesitas a alguien que olvide que existes.

¿Ves ese desastre?
Es todo mío.

Ya no me puedo fiar
de lo que siento o no siento, 
porque nace y muere a la vez
o muere y nace otra vez

Amalgamas absurdas.

Falla lo primordial, lo básico
Y aún me sorprende lo fortuito

Ando y camino... ¿hacia dónde?
Caigo

Ya sólo me levanto, sonrío y grito;

¡Un paso más!

Una de esas cosas jodidas de las depresiones es que, aunque se puede volver a disfrutar de la vida, recuperar la ilusión y aspirar de nuevo a ser feliz, ya nunca vuelves a ser la misma. Se queda contigo un recuerdo que nunca dejará de mortificarte.

Cuando tu equilibrio emocional es frágil, cualquier gilipollez puede desestabilizarlo. Y entonces, lo que queda es fingir que todo va de puta madre hasta que puedas irte a casa, donde nadie te vea derrumbarte. Y por eso hay personas a las que sólo salir de casa supone un esfuerzo.

¿Cuantas veces más vamos a ser queremos, podemos, pero no nos atreveremos?...

No estamos preparados para comprender y aceptar que en la vida lo mejor sucede, casi siempre, cuando ya no esperamos que ocurra.

"Si me buscas me encontrarás", dijo lo bonito.

Gracias!!

No desprecies al miedo que tantas veces te salvó.

Necesito un poco de distancia para poder captar el detalle.
Cosas de la presbicia...

Ni idea tienes de la cantidad de silencios en los que te he abrazado.

En nuestro interior siempre existe el miedo a que terminen cansándose de nosotros.

Lo que no se dice también sucede.

Ya he guardado, en un rincón profundo del alma, aquella colección de verbos inventados que nunca se volverán a usar.

.. y al asumir todas mis debilidades, comencé a ser fuerte.

Ven,
que te lo cuento a bocaditos.

Quē ganas de salir a sacar fotos
de atardeceres, a recoger setas
tras las lluvias, de que vengas y
me comas la boca..

Hemos quedado atrapados en nuestra propia red de paradojas y metáforas.