𝐗𝐈𝐄 𝐋𝐈𝐀𝐍.

Agradece la tranquilidad de Yin Yu. Es de apreciar cuando todo el mundo está tan inquieto... Siente que puede respirar un poco.

"Muchas gracias, Yin Yu. Es preciosa, me recuerda a ti."

Comentó al observar la pulsera.

"Lord Wind Master, muchas gracias."

Aunque... acaba de ver la garrafa de vino. Ah, Shi Qingxuan nunca cambiará... pero así le gusta también.

> habiéndole dejado que se vistiese y desayunase.

Hua Cheng siempre piensa las cosas a lo grande, ¿qué habrá preparado esta vez? No puede evitar sentirse algo curioso al respecto.

"San Lang, ya he terminado."

Justo acababa de terminar de vestirse.

Junto a Hua Cheng, no existían los días tristes. Y menos hoy que era su cumpleaños. No había mejor forma de despertar que con los besos de su pareja y el desayuno en la cama.

Obvio era que estaba preparando algo, >

... En verdad tiene razón. Mu Qing también ha cambiado, tiene que reconocer.

"Entonces... ¿Por qué me estás evitando? ¿Te he ofendido de alguna forma?"

¿Huh? ¿A qué se refiere? No es la primera vez que se ven así. Aunque hayan pasado 800 años.

"¿Mu Qing? ¿Todo bien?"

Gasp, le está mirando con desaprobación. Retira las prendas de arriba y zapatos para meterse en el agua.

"¿Contento?"

¿A sentarse bajo la sombra?

"No quería interrumpir o molestar. Estoy ya algo acostumbrado al calor, haha..."

Sí que ha sido rápido en meterse al agua. Xie Lian por su parte se sienta bajo la sombra de un árbol y se limita a observarle.

Ya que Mu Qing está disfrutando del agua, no quiere interrumpir.

"Aún puede aguantar."

That was... cute. Y se le escapa una risita.

"Siempre ha estado aquí, sí."

"Estaba buscando materiales para el templo, pero no me corre prisa."

Guiará a Mu Qing hasta un lago no muy lejano de donde están. Con suerte le ayudará a refrescarse.

"Para encargarte de eso, por supuesto."

Muestra una amplia sonrisa mientras comienza a guiarle.

"Puedes confiar en mí."

"Entonces hay que hacer algo al respecto."

Pronto su expresión cambia, y le brillan los ojitos.

"¡Puedo enseñarte dónde!"

"¿De un templo? ¿Habrá algún fantasma dando problemas...?"

Aunque sus pensamientos se detienen al escucharle.

"Oh..."

Sad Xie Lian noises.

"Es inusual verte por aquí."

Porque ya es raro que Mu Qing quiera ir al human realm. "¿Quizás pueda ayudarte con algo?"

Xie Lian se encontraba recogiendo algunos materiales para reparar el templo.

Hasta que divisa en la distancia una figura familiar.

"¿Mu Qing?"

> Con cada beso, un suspiro se le escapa. ¡Se supone que debería ser él quien le diera besos y le mimase, no al revés...!

Y no. Esto no es su regalo de cumpleaños todavía. Hay más preparado.

Le sabría mal el pedirle algo así. Además, sabe lo mucho que a Hua Cheng le preocupa su propia apariencia cuando se trata del príncipe...

"Claro que sí. Que me hayas visto en mis peores momentos y que aún sigas aquí es mucho que agradecer." >

> Continúa besando sus labios, manos acariciando su rostro. Llega incluso a ponerse encima suya. Tiene que darle un buen comienzo de día ya que es su cumpleaños, ¿no?

"Claro que tengo que agradecerte. Has hecho muchísimo por mí."

Seguro que hay cosas mucho más provechosas. O no. Porque Xie Lian también lo haría de estar en su lugar... Que pena no poder ser también testigo de algo así con Hua Cheng. Porque siempre que despierta, el fantasma luce tan perfecto como siempre. >

> Gracias por siempre creer en mí, esperarme y permanecer a mi lado."

Sincero pronunció, dando un beso, algo más extenso, en los labios del ghost king.

Xie Lian es consciente de que a los fantasmas no les hace falta dormir, y aún así, Hua Cheng decide dormir con él.

Le resulta de lo más dulce, cuando podría pasar el tiempo de forma más provechosa.

"Feliz cumpleaños. >

Era el día más importante del año, y ese era el cumpleaños de @silvxrbutterfly.bsky.social. Este año, quiso apostar por algo más tranquilo, por lo que empezó por acurrucarse contra él en la cama al despertar, dando un par de besos a sus labios.

"¡San Lang, San Lang!"

> "Muchas gracias, me alegro de que te gusten."

Si es que cómo no va a querer mimarlo cuando es tan lindo....

Y Xie Lian se alegraba de poder reconfortarle tanto con su presencia y cariño. Eso era algo que Hua Cheng siempre hacía; ahora por fin podía hacerlo él mismo.

Las palabras del menos provocaron que su sonrisa se ampliase. >

> "Te pondré unas vendas nuevas, ¿sí?"

Mano llevó para acariciar sus cabellos.

Xie Lian asintió. Porque para él, todo lo de Hua Cheng era precioso.

Podía entender el estigma que le hubieran creado al decirle eso. Aunque el príncipe no pensase así, respetaría su elección. Y tampoco quería incomodarle. >

> Pero si te sientes más cómodo vendándolo no tengo problema en hacerlo."

> a cómo era Hua Cheng. Pero le sonrió.

"Puedo ayudarte con las vendas. ¿Te quedarás entonces conmigo?"

Los demás podrían decir lo que quisieran, pero...

"No creo que dé mala suerte. Para mí, ambos de tus ojos son preciosos. >

Probablemente sería difícil de creer si llegase a contárselo. Pero no pasa nada si no tiene toda la confianza en sí mismo, Xie Lian tiene toda la paciencia que necesite.

Era un gran contraste el verle tan tímido en comparación >