⋇⋆ Raizhel ⋆⋇

#jayvik #arcane #arcaneseason2 #art

AMO EL CONCEPTO DE V CON RULITOS/ONDAS me derrite 🥺💖🥺💖🥺💖🥺💖

#Bloodweave

Ajjsjsja estamos igual de desmotivadas
Pero hay ganitas de volkacios guarretes, llegarán cuando menos se lo esperen 😳

Ñam ñam, el que come callado repite 😋💖

Dos dibujos +18 (y que no subí a twitter):

privatter.net/p/10262560 "Hallucinate" (de Sunnypribiett en twitter)

Y privatter.net/p/11029471 "¡En el día del amor!" (de Raizhelitsme en twitter)

Uno es de septiembre del 2023 y el otro de julio 2024

#volkacio #horacioperez #viktorvolkov

That the mood Maria, parece que es la época del año o algo (? 😔

🥺🥺🥺

#BaldursGate3

Situación que no hay manera que no haya ocurrido:

H tiene una de esas cajas y V la encuentra por accidente. Ahora no puede dejar de pensar en ello... 🔥

#Volkacio

HACE LA MISMA CARAAAAAA me morí de ternura 😭😭😭

🫃

#horacioperez #volkacio #viktorvolkov

Bailando con la panza de bebé, es que amo el concepto sjjsjsjs

H inspirado en mi outfit del otro día 🔥
Él rockea esta camiseta como nadie✨✨✨

#Horacio

Uuuhhh gracias maria reina, ahora les pego una miradita para hacerlo bien la próxima que suba algo 👀

Chiwi 😭😭😭

No sé qué clase de pesadilla habrá tenido pa preguntarle al ruso si le comía el culo 😔

Oye, no entendí muy bien cómo hacer un hilo y subir ese oneshot me dio mucha pereza sjdnkdkdksk

—¿Qué pasa, tío?

—Nada...

—¿Cómo que nada, si me estás aplastando?

—Perdóname... —susurró.

—¿P- pero perdonarte de qué? ¿Qué tienes, Volkov?

Le llenó de besos el hombro, el rostro, el pecho.

⋇⋆✦⋆⋇

Tras un tonto forcejeo, Volkov logró arrebatarle las mantas y, en el proceso, observó una vez más la espalda con la cicatriz. Pese a las risas, sintió cómo la nube gris de la culpa volvía a ceñirse sobre él. Sin dudarlo, lanzó la cobija por los aires y abrazó una vez más al moreno.

Pero Horacio tomó las sábanas y se enrolló con estas, acostándose una vez más.

—¡Eh, eh! No te acabrones con las sábanas, coño. Venga, ¡da-me sábanas! —dijo haciendo fuerza para recuperar parte de las mantas.

Horacio abrió los ojos, dudando de si acaso debía confesar la verdad. Entonces dijo: —No sé. Ya lo olvide. ¡Bueno si ya estás bien, entonces volvamos a dormir, tío! ¡¿Por qué me despiertas a estas horas de la mañana?!

—¡Que no te he despertado, que has sido tú el que me ha dado de hostias!

—Pues eso. Estaba dándote mimos. Tenías una pesadilla y te estabas quejando, macho. No voy a ser tan cabrón de llegar y despertarte. Eso puede ser peligroso, coño.

—No... —respondió con una sonrisa incrédula. —No estaba teniendo una pesadilla... Ruso mentiros-

—¿Y qué soñabas entonces?

—¿Cómo que-...? Madre mía...

—Y estando dormido, eh... ¡Fffh! Imagínate despierto... Una bessstia.

—Ya, ya...

—¿Qué hacías encima mío, tio? Duerme en tu lado, ¿no? Es decir, para eso pedimos una cama grande en el cuarto...

—Estaba... dándote mimos.

—¿Qué?

—No... —dijo tras tocarse sobre el labio y notar la piel seca, sin rastros de sangre ni nada. —No, por suerte.

—Jooooder... —suspiró.

Guardaron silencio unos segundos, mirándose, esperando a ver qué ocurría con la nariz del ruso.

—Buen gancho, eh... —dijo Horacio con voz juguetona.

obligándole a hacer una pinza sobre el tabique de su nariz. —Madre del amor hermoso... —suspiró.

—¿Pero estás bien? ¿Te hice pupa?

—¿Cómo no me ibas a hacer pupa si me haz dado en toda la nariz, cabrón?

—¿Tienes sangre?

—Coño de la madre... —masculló sujetándose la nariz.

—¡¿Tío, qué hacías encima mío?! Joder... ¿Estás bien o no?

—Buah.... —dijo soltando un fuerte suspiro. Apartó sus manos del rostro. Las lágrimas se asomaron en sus ojos,

zafándose del abrazo que les mantenía acurrucados. En el brusco movimiento golpeó a Volkov en el rostro, despertando al instante.

—¡Hostia, joder! —balbuceó asustado y con un ojo a medio abrir. —Macho, ¿estás bien? —inquirió tomando asiento en la litera.

Volvió a sonreír, preguntándose qué clase de sueños tendría el moreno. Esta vez, parecía ser que no se trataba de una pesadilla. Y mientras le besaba una vez más la espalda y el cuello, Horacio se acomodó; en sus sueños se quejó y estiró con fuerza los brazos,

—Volki... —respondía dormido. —Volki, me quieres...

—Así es. —respondió sin poder abandonar la sonrisa infantil que se apoderaba de él.

—¿Me quieres comer el culo? Jeje

—¿Cómo? —murmuró confundido.

—Yo lo haría, eh...

—¿Horacio?

—Mhn... Bamhgshhh... Nah...