El nuevo logo del Ayuntamiento de Madrid desconcierta a expertos creativos: "La ciudad merece más cariño y trabajo"
El Gobierno de Almeida aprovecha el encendido navideño para presentar una identidad visual más minimalista, elaborada de forma interna, sin coste pero sin concurso y que apuesta por la tipografía 'chulapa' impulsada con Carmena. Las críticas se centran en la combinación de líneas simples con otras complejas
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Madrid renueva su marca. El encendido de las luces de Navidad del pasado sábado, donde se congregaron más de 150.000 personas, sirvió de puesta largo del nuevo logo e identidad del Ayuntamiento. Un cambio en la imagen gráfica del Consistorio, no así del escudo oficial, que seguirá siendo el mismo. En la peana donde estaba el pulsador que dio brillo a las fiestas se pudieron diferenciar las dos enseñas, evidenciando el contraste. En el nuevo se observa un renovado concepto del emblema de la ciudad, ese que protagonizan el Oso y el Madroño.
Ambos elementos se reconfiguran siguiendo la “tendencia a la sobresimplificación”, como lo define Nico Ordozgoiti, director creativo y ejecutivo de la agencia Svalbard-21gramos. El caso del árbol es especialmente significativo, ya que su representación se reduce a dos líneas (una curva para la copa y otra recta para el tronco). Una merma que algunos usuarios no han dejado pasar en redes dada la fama arboricida del alcalde José Luis Martínez-Almeida. El oso, en cambio, mantiene un aspecto semejante al habitual. “Es un contraste raro. El árbol está excesivamente sobresimplificado y el oso, que parece hecho con prisas, demasiado poco”, opina Ordozgoiti.
“Ha costado cero euros y ha sido diseñado por la Dirección General de Comunicación”, ha remarcado el regidor este lunes en declaraciones a los medios de comunicación. Explica que esta nueva imagen complementará el renovado eslogan municipal: Madrid, donde se cruzan los caminos. Apostilla que la antigua identidad “se irá remplazando en distintos soportes a lo largo del tiempo” e insiste en aclarar que “no supone modificar el escudo y la bandera del Ayuntamiento de Madrid”.
Nuevo logo del Ayuntamiento de Madrid, con el eslogan.
Otra novedad es que las estrellas dejan de estar distribuidas por el marco del escudo y pasan a colocarse sobre él. Sustituyen así a los elementos ornamentales que aparecían bajo la corona. Fernando de Córdoba, consultor y estratega de marcas, explica en conversación con Somos Madrid por qué este aspecto no le convence: “El Partido Popular ha criticado que se eliminaran coronas de logotipos de la administración pública. Han querido evitarlo y el resultado es de pastiche con dos lenguajes de diseño. Por un lado el Oso y el Madroño, simplificados y más conceptuales. Por otro las estrellas y la corona, que mantienen un nivel de detalle sorprendente. Es desequilibrado”.
Ordozgoiti explica a este diario que este nuevo estilo más aséptico, visible también en el que el Ayuntamiento de Barcelona presentó el mes pasado, facilita su adapatación a muchos formatos, sobre todo a los de menor tamaño. “Eliminar detalles hace que funcionen mejor en Instagram”, apunta, aunque “lo que en un principio era una necesidad funcional se ha acabado convirtiendo en moda”. El resultado con estos logos “minimalistas” suele ser “correcto, no cantan mucho, pero se pierde riesgo o particularidad”.
El “coste cero” cabrea a profesionales del sector: “El Ayuntamiento no buscaría alguien que le reforme gratis una calle”
Preguntado acerca de la nueva identidad gráfica, Ordozgoiti cree que “no se puede valorar porque no existe como tal”. De hecho, cuestiona que el Gobierno de Almeida no haya convocado un concurso y el regidor reivindique el “coste cero” para las arcas públicas (fuentes municipales también presumen de que este aspecto “tiene bastante significado”): “Se haba de que los logos son muy caros, pero es que es un trabajo complejo de elaborar, en el cual lo que creas tiene que poder adaptarse a muchos casos y situaciones. Aquí no existe ese trabajo, ni un estudio sobre cómo se declinará el diseño. Es un apaño para ir tirando y ya. Pero las cosas no se hacen así, una ciudad merece más cariño y trabajo”.
En la misma línea se manifiesta Fernando de Córdoba: “Me cabrea un poco el argumento de que el ciudadano no ha pagado nada y se ha hecho internamente. Parece que el diseño gráfico es el único ámbito en el que es un punto a favor que algo no cueste nada. El Ayuntamiento no buscaría alguien que le reforme gratis una calle o que le diseñe un proyecto para un edificio. Sin embargo, esto no se valora al crear una imagen común. Los políticos lo ven como un adorno, en vez de como algo que nos representa a todos”.
El Ayuntamiento no buscaría alguien que le diseñe gratis un proyecto para un edificio. Sin embargo, esto no se valora al crear una imagen común. Los políticos lo ven como un adorno, en vez de como algo que nos representa a todos
Fernando de Córdoba
— Consultor y estratega de marcas
En el caso de Barcelona, el proyecto fue diseñado por el estudio Principi, ganador de un concurso convocado por la Asociación de Diseño Gráfico y Comunicación Visual (ADG-FAD). El proceso de selección constaba de dos fases, según recoge el portal de la agencia de diseño Genieri. En la primera, los interesados presentaron un portafolio anónimo con un mínimo de cinco proyectos de identidad visual y comunicación gráfica, junto con una carta de motivación y un currículum. Un comité asesor seleccionó tres finalistas, quienes en la segunda fase desarrollaron una propuesta creativa. Cada uno recibió 3.250 euros (IVA excluido), mientras que Principi fue adjudicatario del encargo por 36.750 euros más IVA.
Una presentación errática mediante “política de hechos consumados”
La presentación de la identidad también sorprende. No se ha hecho en un acto propio dedicado a ello, ya que según fuentes municipales “no había mejor ocasión que el encendido”. Tampoco ha habido comunicación al respecto en redes sociales, pese a que en ellas ya lucen el nuevo estandarte como foto de perfil. Ni siquiera han publicado o remitido, por el momento, nota de prensa a unos medios que sí han empezado a hacerse eco de la novedad desde el pasado sábado. El nuevo logo, o al menos parte de él (Oso y Madroño), sí aparece en luminosas de entornos como la plaza de Callao, aunque la imagen se alterna con otras campañas que mantienen el diseño previo.
Publicidad en Callao este lunes 24 de noviembre, con un avance del nuevo logo (arriba) y una promoción que mantiene el antiguo en la esquina inferior derecha.
“Presentarlo así de repente, con política de hechos consumados y sin exposición ante los grupos políticos, también transmite la sensación de un trabajo memorable. Y a la vez inncesario, más allá de las ínfulas de algún político por dejar su huella”, traslada Fernando de Córdoba.
Almeida potencia la herencia chulapa de Carmena
“Se adapta a las exigencias de comunicación de estos días, respetando los elementos básicos del anterior. No se tocaba el logotipo desde hace 20 años”, ha recordado Almeida este lunes. Posteriormente, el Ejecutivo de Manuela Carmena ajustó aspectos de identidad corporativa municipal para fomentar su sencillez, aunque sin alterar el propio logo. De Córdona se pregunta “por qué no vale ese diseño de 2016, que sigue plenamente vigente y no presenta ningún problema que hiciera necesario cambios”. Sostiene que “el único problema era que lo hizo una administración de otro partido y hay que cambiarlo todo”.
La imagen sí acepta y resalta una herencia de la etapa de Carmena: la tipografía empleada para sobreimpresionar la palabra “Madrid”. La Gill Sans da paso a la Chulapa. De uso libre y gratuito, así como netamente madrileña, fue creada en 2019 y lanzada por el equipo de Gobierno liderado por la exalcaldesa.
Inspirada en la tipografía creada por el ceramista Alfredo Ruiz de Luna para el callejero histórico de Madrid, la diseñadora Silvia Fernández Palomar ideó como proyecto de estudiante la Ferpal Sans. Se utilizó en la cartelería de San Isidro 2018, junto a las ilustraciones de Mercedes Debellard. El éxito de la campaña provocó que el Gobierno de Carmena apostara por emplearla en acciones o en el programa de fiestas como San Isidro, antes de que pasara a inspirar la Chulapa. Esta se usó por primera vez en San Isidro 2019 y desde entonces ha cobrado un gran protagonismo en festejos o anuncios municipales.
Ordozgoiti valora positivamente este aspecto: “Lo de la Chulapa me parece bien, está inspirada en la señalética tipica de las calles de Madrid, es un aspecto propio de Madrid y está bien ejecutada. Cuando aparece un elemento de diseño tan apropiable, clásico por su herencia pero a la vez moderno porque es muy limpio, tiene sentido apostar por él”. De Córdona coincide: “Queda como un guiño bastante elegante y no es otro logo sin personalidad, como sí pasó con los últimos rediseños de la Junta de Andalucía o la Xunta de Galicia, que eliminaron tipografías muy vinculadas a la cultura y el territorio por otras genéricas”.
Este consultor aprovecha para expresar de nuevo sus dudas ante la normalización del azul como color identitario de la capital: “Viene de la época de Alberto Ruiz-Gallardón como alcalde, pero no tiene razón de ser. La bandera del Ayuntamiento es carmesí, como las castellanas. La única explicación es que cuando gobierna el PP se cambia del color que hubiera al azul, lo hemos visto también en Alcobendas. Algunos manuales de identidad corporativo recogen explicaciones como el cielo de Madrid o que Madrid en árabe significa ciudad de aguas subterráneas. Pero son explicaciones sobrevenidas y poco consecuentes”. En Madrid los caminos se cruzan, pero siempre llevan al azul.
El nuevo logo del Ayuntamiento de Madrid desconcierta a expertos creativos: "La ciudad merece más cariño y trabajo"
25.11.2025 00:17 — 👍 2 🔁 1 💬 0 📌 0