𝐊𝐢𝐫𝐬𝐭𝐞𝐢𝐧,𝐉𝐞𝐚𝐧

+“ Podemos empezar con los preliminares. ¿Qué tal si empezamos con las esposas? “

Sugirió por fin, observando la susodicha con un deje de travesura.

Hm…”

Jean ladeó la cabeza y posó su dedo pulgar en el mentón creando un semblante pensativo. Estaba cavilando con tanta intensidad que hasta se le saltó una cena en la cabeza. Había tantas posibilidades …

+

+pero ahí estaba él. Amándola aún más.
Se le ensanchó el corazón y llegó a creer que le iba a estallar. Inesperadamente el mundo era un lugar muy sencillo. La amaba y eso era lo único que importaba para él.

“ Oh, por eso Jeannie es la niña más hermosa de todo el universo. “

Le devolvió el besó con la misma suavidad antes de volver a mirarla a los ojos, feliz, tratando de demostrar con hechos lo que no
podía decir con palabras. No se había imaginado que pudiera amarla más de
lo que la amaba hacía cinco segundos, +

+Cuando su respiración finalmente se normalizó, cambió de posición, sin dejar de abrazar su anatomía, acurrucándola contra los músculos fuertes de su pecho.

“Qué exquisita eres.”

Lo murmuró como una pequeña confesión, con la voz ronca de deseo, con su aliento caliente sobre la piel ajena. Se sentía saciado como nunca antes en su vida. Lo más cerca del paraíso que llegar.
+

Se le devolvió el codazo entre risas a modo de camaradería. También iba enserio con sus provocaciones.

" La verdad es que nunca he sido feo. "

+labios temblorosos. Sus lenguas se encontraron en un húmedo y sedoso tacto.

“ Lo básico para una batalla libidinosa.”

Bromeó risueño sobre sus labios.

Jean sonrió maliciosamente y hubo un momento de muda tensión sexual cuando sus ojos se encontraron. Inclinó la cabeza
para besarla y dejó que su boca se moviera sobre la de ella hasta que separó los
+

“ Sí, a diferencia de ti me veo hermoso con barba. “

Replicó con un deje de burla y una sonrisita venenosa. No iba a escuchar esas provocaciones sin decir nada.

+“ Quiero ser un buen padre, Mikasa. Nunca he sentido un anhelo tan profundo en mi vida…¡Ah! con excepción a tí, obviamente. “

Sin quitar los ojos de la pequeña, pasó un brazo alrededor del hombro de Mikasa, propinándole suaves caricias allí. Era increíble cómo algo tan sencillo podía llenar su corazón con tanta felicidad. Con cuidado, se inclinó hacia ella y la besó en la mejilla.

+

+violencia. Él repetía su nombre una y otra vez, disminuyendo el ritmo de las estocadas hasta que fueron susurros apenas audibles. Y cuando se quedó
quieto, solamente le susurró:

“ Te quiero... “

Se le escapó un grito, gutural.
Y el mundo simplemente se desintegró. Entonces, él explotó. Se le contorsionó la cara de placer, se arqueó bruscamente, alzándolos
a los dos, vaciándose en ella con +

+“ ¿Juguetes? Me estás haciendo más y más curioso. “

Respondió con cierta diversión. La sensación era tan ardiente,tan exquisita e incendiaria en su entrepierna, que estaba a unos meros segundos de explotar.

Echó la cabeza hacia atrás para emitir una ronca risa. Las cosas empezaban a ponerse cada vez más interesantes. Con un deje de travesura, mordió el labio inferior preguntándose lo que su chica gótica tenía en mente…

+

+desprevenido, y a él, le encantaba la sensación. Se inclinó hacia su esposa dejando un suave beso en su mejilla.

“ Si puedo ayudar de alguna manera, sólo tienes que decírmelo, ¿sí? Puedo cuidar de Jeannie cuando estés cansada. “

Jean no pudo dejar de sonreír al mirar la escena sintiendo un pequeño nudo en su garganta. La vida como padre primerizo, supuso, iba a ser una aventura. De hecho, a cada minuto, las circunstancias y sorpresas lo pillaban +

+ moverse aún más rápido, a aferrarse a su anatomía, a moverse con él, y luego a machacarlo. Era como si estuviera a punto de llegar al paraíso.

“ Ohhh… “

En ese momento él simplemente gruñía, arqueándose y moviéndose, embistiendo. Aquellas palabras lograron dejar su miembro aún más duro, más hinchado su interior, haciéndolo contorsionar de placer a cada nueva estocada. La obligaba a +

+Buscó devolverle el favor, deshaciéndose de su blusa y dejando el torso femenino completamente expuesto. Se quedó maravillado
mirando sus pechos como si fueran algo
espectacular, con los labios entreabiertos y la respiración rápida y superficial.

“ Eres malditamente linda… “

Jean la ayudó a sacar aquella camisa que llevaba puesta con un movimiento fluido para luego rodearla de la cintura otra vez, deslizando las yemas de los dedos bajo el elástico de sus bragas como una silenciosa provocación. Quería hacer tantas cosas con ella que ni siquiera sabía por dónde partir.
+

+momentos.
Él simplemente gruñía, arqueándose y moviéndose, embistiendo, tomando el mando y buscando placer para ambos.

“ Mikasa…”

Susurró su nombre sintiendo que el cuerpo se le iba a un lado y al otro, como
por voluntad propia, y no tenía la fuerza para resistir las ardientes oleadas de excitación y
placer que lo recorrían en estos +

+que reaccionó por primera vez a su toque, sonriendo como si fuera un pequeño angelito. Por poco, mucho poco Jean no murió de tanta ternura.

“¿V-Viste eso? “

“ Tienes razón. Además, Jeannie tendrá
muchas personas dispuestas en arrularla. Armin probablemente será uno de ellos… “

Repuso él, dejando suaves toquecitos en las mejillas regordetas de su hija +

+ profundamente ocupada sonriendo a su madre. Eso le sacó una sonrisa al castaño, un atisbo de felicidad que no había sentido desde hace mucho.

“ Al parecer alguien tiene su favorita… “

Bromeó, fingiendo falsa indignación.

“ No será necesario. En el momento sólo quiero una cosa… “

Jean se ubicó a su lado en la cama acurruándose contra ella con cuidado, admirando su pequeña familia. Jeannie habría notado la caricia de un dedo en la mejilla de no haber estado +

+subir y bajar, indicando un nuevo ritmo para ambos; aumentando la velocidad de sus movimientos paulatinamente.
Susurrando su nombre.
Y susurrando otras palabras también.

En ese instante, el castaño tenía la respiración muy agitada, irregular. Aún así, empezó a mover el cuerpo con una sonrisita atrevida en sus labios. Una vez que tuvo oportunidad, le presionó las caderas para sostenerla y mantener el asiento, y así fue como comenzó a +