Mikasa A.

"Sí, estoy bien. No te preocupes." Forzó una sonrisa, asintiendo a la par con la cabeza.

"Es solo que me causa tristeza saber por lo que pasas con las memorias. Quisiera hacer algo por ti."

dio un trago pequeño para luego ir a besar los labios ajenos y transfiriendo el líquido a través de un beso sensual.

"¿Y quién crees que debería usarlas?" Preguntó con diversión en sus labios mientras alzaba estas con su índice, haciendo que sonaran un poco y presumiendo estas.

Ya estaba muy húmeda, ansiosa y deseosa. Quería sumergirse en los placeres con su badboy.

Sacó también una botella de alcohol y le +

no me gustan los hospitales." Dijo con una pequeña mueca. Además ansiaba estar en la tranquilidad de su casa con sus amores, enfrentarse a su nueva realidad.

Sería difícil, sí. Pero sabía que se podían adecuar a ella. Y estaba emocionada.

"Sí, tienes razón. Nos salen los bebés preciosos." Comentó de buen humor, la expresión en su rostro era de pura dicha. Casi se sentía flotar en la habitación.

Acomodó a Jeannie contra su pecho y comenzó a darle palmaditas para que sacase los gases luego de comer.

"¿Sabes cuándo podemos ir a casa?+

quería que todos supieran que le pertenecía. Que estaban unidos y que eran una pareja, una extensión del uno y del otro.

"¿Quieres dormir?"

Sonrió de forma perezosa contra su piel, soltando un gemido tembloroso ante la nueva posición. Notaba el cuerpo relajado pero cansado, la había llenado y marcado como suya, estaba agotada pero feliz.

"Tú no te quedas atrás." Murmuró, mordiendo la piel de su pecho de forma tenue, aquí y allá, +

"Sí, estaba haciendo frío."Respondió con un tono apagado, la tristeza en sus facciones.

Sabía, o al menos se hacia una idea, de lo mucho que sufría Eren con el sinfín de memorias. Y se sentía impotente al no poder hacer nada.

"Sí, lo básico. Todavía no quise traer la artillería pesada." Una corta risa emitió, pegándose más a él y acariciando con descaro su piel, clavando uñas y dedos en la carne.

"¿Con qué quieres empezar? Quizá incluso algún juego de rol..." Propuso risueña, comenzando a desnudarlo poco a poco.

combinación de los dos."Buscó besar los labios ajenos en una caricia suave, apenas un roce.

Soltó una risa nasal, acercando su nariz al cuello adverso y frotando este con amor.

"Lo sé, amor. Es un amor... Distinto. Igual de intenso, igual de fuerte... Pero distinto." Sus manos acariciaban a la bebé, apenas con suaves y delicadas caricias.

"Jeannie es el fruto de nuestro amor, la +

"Yo también te quiero, mucho." Beso casto le obsequió, pegando su frente a la de él.

Como era usual entre ambos la azabache pronto alcanzó el clímax, justo detrás de él. Estaban sincronizados, eran como una relojería perfectamente calibrada. El placer siendo casi uno mismo.

La sensación de ser llenada la embargó, dejándola atontada. Se abrazó a él y murmuró palabras de cariño.

+

"Ya..." Murmuró, el ánimo fructuando un poco ante aquello. Aunque no tardó en poner una expresión neutral, quizá un poco más blanda al estarlo viendo a él.

"Está comenzando a hacer frío." Dio como respuesta, la diestra acariciando la tela escarlata.

, algo para cubrir los ojos y ya sabes, un plug anal. "sonrisa traviesa que mostró, atenta a lo que pudiera decir.

"Ya sabes, esto no puede ser algo típico..." Soltó un suspiro tembloroso ante aquella mordida, pasando luego el labio por aquella zona.

Un último beso hambriento le dejó antes de apartarse de él en busca de su mochila. De ahí sacó algunas cuantas cosas.

"Pues lo básico, lubricantes, unas esposas +

"Eren." Le sonrió de forma tenue.

"¿Cómo estás?"

pero estoy segura que juntos lo podremos solucionar. "

Buscó recargarse más en él, disfrutando de ese apoyo que no solo era físico sino a nivel emocional.

La bebé tardó unos segundos en agarrarse a su seno, pero al final fue como por instinto y comenzó a beber. Era una sensación curiosa pero hermosa, casi se pone a llorar y el cariño y atención de Jean solo le dieron más motivos para ello.

"Gracias, amor. Serán unas semanas difíciles de adaptación +

Le dejó marcas por doquier, de uñas, boca e incluso dientes. Quería que fuese solo suyo y que al día siguiente se acordara del encuentro.

Su interior empezó a dar espasmos, el inminente orgasmo se acercaba.

Sonrió al notar que su hablar había surtido efecto en el badboy, por lo que siguió usando una boca sucia para seguir animando la pasión del varón.

Sus movimientos siguieron los adversos, siendo agresivos incluso, dispuesta a destrozarlo y a hacerlo con sí misma en el proceso. +

"Quiero que te derrames por completo dentro de mí..." Pidió con la boca más sucia que logró sacar, buscando excitarlo con sus palabras mientras dejaba chupetones en su piel.

No le molestó que él marcara su ritmo, que él la llevase como le placiera a la cúspide del placer. Le gustaba llevar las riendas, pelear por el poder y también ceder. Era lo que le encantaba de Jean, lo versátil que ambos podían ser. Cada encuentro sería mejor y diferente, dejándola atontada. +

estos para dejar libre el bulto que ya se estaba haciendo presente en el interior de la ropa interior.

"Además de la ouija, alcohol y botana traje algunos juguetes..." Murmuró con una sonrisa traviesa, casi felina.

Queria probar cosas nuevas y sabía que su badboy le seguiría la corriente.

"Y tú no te quedas atrás, Jean..." Dijo con las mejillas sonrojadas, la boca entreabierta por donde la respiración se notaba ya irregular. Incluso sus labios estaban un poco hinchados por los besos compartidos.

Manos hábiles que fueron a parar al inicio de los pantalones ajenos, desabrochando +

feliz ante cada pequeña reacción.

"Quiero tratar de darle de comer." Comenzó a bajarse un lado de la bata del hospital para dejar al descubierto un pecho, acercándose a la bebé hacia sí.

Asintió en acuerdo, sabiendo que tenía razón. Afuera estaban un puñado de tíos dispuestos a cuidar de la nena por ellos, de mimarla y protegerla. Era bastante tranquilizador pensar en ello.

"Sí, lo he visto." Murmuró, una expresión de puro amor en su rostro. Estaba dichosa como nunca antes +

nena de papá pero parece que será de mamá también. Vamos, una consentida total. " Se inclinó para darle un sonoro beso en la frente a la bebé.

No insistió más, tampoco quería ser una pesada y si él decía que estaba bien debía de ser la verdad.

Se pegó a su esposo lo máximo posible, dejando que su cuerpo descansara contra él. Que su mera presencia le diera la tranquilidad que necesitaba luego del parto intenso.

"Pensé que sería +

besando y mordiendo con intensidad también. Aquí y allá, quería dejar prueba de que era suyo y de nadie más.