Aitana Castaño Díaz

La verdad ye que somos dures de narices eh, porque madre mía.
Un abrazu, reina.

Si, si. Cada día meyor, la verdad.

"En el cuidado y la empatía, enfermeras y auxiliares nos llevan ventaja a los médicos" <p>Hablamos con Oriol Yuguero, jefe del Servicio de Urgencias del Hospital Universitari Arnau de Vilanova y también doctor por la Universitat de Lleida con una tesis sobre la relación entre la empatía...

Y aquí el programa de #ComandoNorte de @hoyporhoy.bsky.social que, justo, nos tocó hablar de "médicos y empatía". ¡Qué casualidad!

cadenaser.com/audio/175982...

Y sí, estoy bien. Después de unas primeras semanas fastidiadas, no lo voy a negar, ya estoy mucho mejor. Lo que más se resiente en estos momentos es mi carrera en el balonmano que está parada. Creo que este año tampoco me van a llamar de la selección.

Espero haberme explicado bien.
Si conocéis a alguna mujer que esté en este trance de histerectomización y quiera hablar con una veterana de guerra, que se pogna en contacto conmigo. La experiencia ye un grado.

(por no hablar de los chutazos de analgésicos que me metíeron, ahí la química ya me parecía una buena opción).

Y mando un beso enorme a las enfermeras y auxiliares de enfermería de la PLANTA 2ªC (pediatría) del Hospital Valle del Nalón que cada noche de dolor me cogieron de la mano y me dijeron: "No te preocupes, Aitana, que esto va a pasar"

Con todo, repito, agradezco muchísimo al sistema de salud pública de Asturias la profesionalidad de sus trabajadoras (hablo en femenino inclusivo porque paisanos vi a dos) y la tranquilidad de sus centros hospitalarios.

Si algún médico hubiera "perdido" cinco minutos de su tiempo en sentarse conmigo en la habitación y explicarme algo de mi postoperatorio, esta chapa que os acabo de echar no existiría. Pero ninguno lo hizo...

Lo que más eché en falta fue información sobre mi postoperatorio (que ya os digo yo que es jodido de narices). Qué me podría pasar, qué podría sentir, si era normal que tuviera pérdidas, si no lo era, qué era raro que me doliera y qué no.

"todo fue bien en el quirófano, no diste nada de guerra", "el mioma era gigante o te lu quitábamos o ponies-y nombre y busques-y escuela...".

Me hubiera gustado verles la cara, saber sus nombres y agradecerles en persona su trabajo. Me habría encantado escuchar de su voz decir: "te dejamos los ovarios porque estaban bien y así no te adelantamos la menopausia",

y ni siquiera mucha información de las ginecólogas que pasaron por la habitación (casi siempre porque requerí su presencia y siempre con respuestas vagas alegando que "todo iba bien").

Quisiera que viérais la fineza de mi cicatriz... con tiralineas me la hicieron. Pero en seis días que estuve ingresada en el Hospital no recibí ni una sola visita de ninguna de las tres cirujanas que me operaron...

Y también me falló la empatía por parte del equipo médico. Repito, porque no quiero que se entienda mal, que estoy muy agradecida a estas personas que claramente son unas grandes profesionales que saben hacer su trabajo, el técnico, de manera impoluta.

A mi, como os digo, no me importó pero sé, porque tengo amigas, conocidas y familiares, que hay muchas mujeres para las que esa situación hubiera conllevado una enorme tristeza paralela al dolor físico, un drama en el que las hormonas revolucionadas no ayudarían nada.

(os diré que esa semana, la de mi cumpleaños os recuerdo, nacieron unos cuantos guajes en el Hospital Valle del Nalón, cosa de la que me alegro enormemente porque nun ta la cosa de la natalidad como pa andar diciendo lo contrario).

Y ojo, a mi, que con 45 años y una mente pragmática que ya tiene claro desde hace unos años que no iba a poder ser madre de manera natural, no me importó pasar seis días ingresada entre llantos de bebés...

Empatía de un sistema que mete a las mujeres histerectomizadas o abortadas o con algun problema ginecológico en la misma planta, pediatría, que las mujeres recién paridas o que acaban de parir porque alguien decidió alguna vez que era buena idea.

Me falló algo, intangible y que algunos definirán como "menuda tontería" pero que en algún momento me dolió tanto como la cicatriz interna (que mecagontó, os lo digo).
Me falló la empatía.

Estoy agradecida a los profesionales que llevaron a cabo la intervención quirúrgica porque fueron muy finos y son, sin duda, grandes médicos. Pero... ¿Todo funcionó bien?.
No.

Estoy sumamente agradecida a las enfermeras y las auxiliares de enfermería de la planta 2ªC del Hospital Valle del Nalón que me atendieron con un cariño, una delicadeza y una paciencia que emociona.

La cicatriz externa, bien grande ella, ya está curada y la interna anda en ello (le cuesta un poco más). El sistema de salud pública de Asturias funcionó para mi.

Se activó pues el protocolo para operarme.
En tres meses me hicieron las pruebas y los análisis pertinentes y me dieron cita para operarme. Todo se hizo con rapidez y, a juzgar por los resultados, también con buena maña.

Opté por la opción 2 porque mi cuerpo y los tratamientos químicos que tienen que ver con las hormonas no se llevan bien, porque no estaba claro del todo que fuera a funcionar la opción 1 y porque a estes altures de la vida (45 años) todos teníamos claro que fios nun iba a tener.

Todo porque tenía unos miomas gigantes que se estaban viniendo arriba y creciendo aún más. Los médicos me ofrecieron la posibilidad de un tratamiento químico para intentar menguar los susodichos miomas o una intervención quirúrgica para quitarlo tou.

Nun vos lo dije antes porque sois unes dramátiques pero ya que hoy lo conté en la radio, pues ya lo comparto aquí.
Hace algo más de un mes me operaron de una histerectomía, es decir, me quitaron el útero y las trompas de falopio, como dicen les vieyes: "vaciiaronme".

No hijo no, por mucho que lo repitáis, ni apoyamos a los asesinos de Hamas ni nos parece bien que se le pegue un tiro a un chaval que dice cosas de nancis. ¿Os gustaría que fuéramos así para poder darnos de hostias eh? Pues vais a tener que currároslo un poco más.

A ver si va a ser que lo de repetir hasta la saciedad que somos unos violentos es una excusa para serlo vosotros y darnos hasta en el cielo de la boca.

Y dicen cosas como “un rojo te mataría porque piensas distinto a él” o “son gente que apoya la violencia en todas sus formas”.

Aclaraivos o somos unos absurdos sensibles lloricas o somos unos violentos.