Tyler Galpin.

+ poniendo malo.

—Ya veo, ¿quieres un castigo, arañita? Mmmh... Creo que tengo por ahí escondido un par de esposas de mi padre. Reconozco que echo de menos esos jueguecitos nuestros de atarnos y torturarnos —la tiende en la cama y comienza a desabotonar la parte superior de su pijama negro.

+ de esposo, o eso piensa. Además, sus hijos podrían ser hydes, como él... Aunque, ¿sería eso tan malo? En realidad, sí. Los hydes son hijos del trauma, surgen de la desesperación y llevan muerte allí a donde van. Pero nadie está hablando de familia todavía.
Las caricias de su chica lo están +

Tyler no se imagina siendo parte de la familia de nadie. Su padre pasó toda la vida mirándolo con recelo después de la muerte de su madre y su madre murió muy pronto, por culpa de Tyler. Un bebé que le provocó una depresión postparto que hizo que el hyde despertase en ella. No, no es material +

+ aquella odiosa mujer se ensañara con ella. Maldita Laurel, Tyler aún odia pensar que lo esclavizó una estúpida con botas de agua rojas. Tendría que haberla matado él mismo.

+ era el hyde. Poco le importó si él lo sabía o no. En aquel entonces, Tyler aún no recordaba lo que hacía cuando era Hyde y fue un shock saber que ella lo odiaba tanto. Pero lo cierto es que no la culpaba. Él habría hecho lo mismo. Lo hizo, en realidad. La colgó de unas esposas y dejó que +

+ suave risa mientras la lleva hasta la enorme cama vestida con sábanas negras.

—De todas formas, brujita mía, sé que también disfrutas del dolor ajeno... No olvides que yo también puedo soportar tus torturas —es una pequeña pulla, pues ella lo torturó sin contemplaciones en cuanto supo que +

No puede negar que lo sorprende cada día más. Enarca una ceja al escucharla, pero su sonrisa se hace más pronunciada.

—Puede ocurrir, no lo niego —no siempre es fácil reprimirse en esa forma monstruosa—. Pero lo cierto es que disfruto más de ti cuando te muerdo de otra forma —deja escapar una +

+ todos los demás vivan en permanente estado de terror por su culpa.

+ corazón a cualquiera. Le gusta bastante, de hecho. Ah, sí, echa de menos el olor a muerte. Sus mirada se desvía hacia un lado y en sus labios se forma una sonrisa maliciosa. Debería repudiar esa parte de sí mismo pero lo cierto es que no lo hace en absoluto. Es un hyde y le encanta serlo, aunque +

+ a que te voy a arrancar el corazón han sido un poco demasiado explícitas... Pero qué le vamos a hacer, es cierto.
La mira muy serio, esperando una reacción por parte de ella. En realidad, estuvo a punto de matarla una vez y es verdad que cuando se transforma puede perfectamente sacarle el +

—Ha sido intenso, desde luego —la atrapa por la cintura y la besa sin pedir permiso. Está demasiado contento con ese regalo como para contenerse más. Necesitaba algo que le alegrase un poco el día y, como siempre, Wednesday es la respuesta a sus plegarias—. Tal vez las referencias a mis garras y +

Carraspea, esperando que ella lo invite a entrar, y se tira de la corbata, aflojando el nudo del elegante aunque estrafalario uniforme.

—No esperaba un regalo de San Valentín... Ha sido un detalle —se muerde el labio inferior, algo preocupado—. No he podido preparar nada...

Tyler sonríe en cuanto ella le abre la puerta, aunque se queda un poco sorprendido al verla en pijama.

—Oh... ¿Te ibas a dormir ya? —Mira el reloj del móvil sólo para darse cuenta de que es bastante tarde. Lo han mantenido entretenido demasiado tiempo—. Quería agradecerte el poema y la flor... +

+ en que fueron al baile juntos.

+ labios. Decide salir en busca de su novia, aunque eso suponga saltarse alguna de las normas. Se cruza con un par de alumnos que lo esquivan rápidamente, pero Tyler no hace ademán de intentar hablar con ellos. Enseguida está frente a la puerta de la habitación de la bruja, igual que el día +

+ del centro que, por alguna extraña razón, es de los mismos tonos que el de Wednesday. Está bien ser un paria entre los parias...
En cuanto entra en la habitación puede sentir el aroma de Wednesday y enseguida encuentra la flor y el poema. Sorprendido, lo lee con una media sonrisa en los +

Tyler regresa a la habitación después de sus clases individuales. No le permiten compartir las lecciones con los demás alumnos de Nevermore, así que los profesores tienen que hacer horas extra para "educarlo" a él. Un motivo más para odiarlo. Además han acabado por obligarle a usar el uniforme +

Auch... —Le encanta cuando lo muerde así...

Conque monstruito, ¿ah? —Se la come (?)

Infeliz San Valentín, arañita...
@darkwitchaddams.bsky.social

+ de esos excitantes gimoteos. La penetra con fuerza, casi levantándola de la cama.

—Vamos, amor... Hay gente en este odioso lugar que todavía no sabe que te follas al hyde...

+ los pequeños pechos y le tortura el pezón antes de dejar que su mano ascienda hasta la garganta de la joven. La sujeta de ese modo, posesivo, peligroso. Aprieta un poco, lo suficiente para que ella sepa quién controla la situación, sin agobiarla. Le encanta escucharla gemir y no se privaría +

+ imposible que Tyler sea fácil de manejar en la cama. Es lo que hay, pero Wednesday parece adaptarse muy bien a él. Es perfecta para él. No se imagina con nadie más. No desea a nadie más.

—Aaaaah, joder, sí... Así... Grita para mí... —Sin parar las frenéticas embestidas, le acaricia uno de +

Es cierto que no siempre se comporta del mismo modo. Es muy consciente de que su personalidad más dulce resulta mucho más vainilla en la cama, aunque hay cosas que no cambian: su cuerpo sigue siendo el mismo. Y también es cierto que los instintos del hyde siempre están ahí, haciendo +

+ en su interior en una estocada lenta y tortuosa.

—Oooh... Joder... —Tyler cierra los ojos para disfrutar de ese momento. Le encanta poseerla. Adora hacerla suya. Saber que Wednesday Addams le pertenece le hace perder un poco la cabeza. Empieza a embestir contra ella sin compasión.

—¿Cuándo me he resistido? —No tiene ninguna intención, desde luego. Le acaricia el clítoris hinchado haciendo pequeños círculos mientras le devora la boca, pero no tarda en colocarse entre sus muslos. Se masturba lentamente, observándola y, sin pensar mucho más, empuja contra ella, que lo acepta +

+ es demasiado tentador tomarla a pelo. Siempre que ella se deje, claro. Con Wednesday nunca se sabe, no será la primera vez que lo manda rodando por los aires de una patada—. Uff... —Ya tiene los dedos empapados en su humedad—. ¿Cómo quieres que me resista a esto, arañita?

—Lo sé... —Su mano ya está entre los muslos de la joven, acariciando su sexo húmedo e hinchado. Ah, qué ganas tiene de enterrarse en ella y de hacerle el amor hasta que ambos caigan rendidos. Su parte racional sabe que deberían tener cuidado, que no le conviene dejarla embarazada, pero +

+ un hyde? Tyler sabía que Wednesday jamás sería para ella lo que su padre había sido para su madre. Hasta un monstruo podía ser víctima de un amor equivocado.

Sus bocas se unieron y Tyler sintió el deseo incendiándole el vientre. La adoraba. Y sabía que tenían que tener cuidado, pero...

+ sabía que no había otra mujer en el mundo capaz de hacerle frente, de vencerlo en su propio juego. Pero sabía que él también había supuesto un reto para ella o jamás lo habría mirado dos veces después de lo que vivieron. Estaban destinados, de un modo u otro. ¿Quién más podía amar a +